Queridos hermanos, escribo esta carta fraterna desde Roma, después de tres meses de confinamiento en la comunidad escolapia de Santander (Provincia Betania), a la que desde aquí reitero mi agradecimiento por su acogida y por su paciencia. Estas semanas (o meses) están siendo para todos nosotros muy especiales y diferentes, y posiblemente sus consecuencias -que todavía no conocemos con claridad- nos seguirán afectando durante bastante tiempo. Probablemente las cosas serán diferentes después del COVID-19. Sin duda, estamos ante un nuevo momento., que nos desafía fuertemente. Por eso he querido titular esta carta con el lema que el Equipo General del Movimiento Calasanz ha propuesto para el nuevo curso: REINICIAR.
Tomado de Scolopi.org