Fue una bella oportunidad para reflexionar acerca de la dimensión comunitaria de nuestra fe, para acercarnos a la concepción de Iglesia desde el Concilio Vaticano II, reconocer la apuesta comunitaria de Jesús, el testimonio de los primeros discípulos y su cuidado de la comunidad y, cómo ello, ilumina nuestra realidad eclesial hoy.
Igualmente, pudimos acercarnos a la Iglesia como cuerpo de Jesús, como unidad en la diversidad de dones, carismas y servicios. Se nos invitó a una vida sacramental desde la cotidianidad y a reconocer cómo Dios acompaña esa vida para llenarla de sentido.
También pudimos acercarnos, poco a poco, a nuestro Estatuto de Participación y sus orientaciones para vivir esta manera de participar en las Escuelas Pías llamada Cooperación.
Agradecemos a todos los animadores, participantes de esta experiencia, por seguir creciendo en este camino, por apostarle a estos itinerarios que tanto bien nos hacen a todas las personas en las Obras Escolapias.
Igualmente, agradecemos al Secretariado de Formación Continua por apoyar cada uno de los temas: P. Juan Pablo Anduquia Sch.P., P. Marco Antonio Abad Sch.P., Omar Serrano, Germán López; al P. Alejandro Solórzano, Sch.P. por su claridad formativa y a Santiago Gaviria apoyando desde la coordinación de Cooperación.
Seguimos en camino apostándole a cada forma de Participar en las Escuelas Pías, trabajando con calidez y calidad.
por Santiago Gaviria Yepes