La Congregación para la Educación Católica, responsable de la educación en general, escuelas, universidades católicas y eclesiásticas, así como del acompañamiento de todos los involucrados en los procesos de formación de las generaciones más jóvenes, ha compartido con todas las instituciones las enormes dificultades vividas durante este año, que vio la suspensión y cierre de las actividades docentes y académicas.
Mientras en algunas partes del mundo se reanudan las actividades en las escuelas y universidades, y en otras se avanza hacia su conclusión, el Dicasterio de la Santa Sede, con esta circular, expresa cercanía y aliento a las familias, docentes y directivos, a la personal administrativo y, sobre todo, estudiantes.
La educación es una oportunidad extraordinaria para relanzar la vida social y cultural de todas las sociedades, y es la mejor inversión para construir el futuro, formando a las generaciones más jóvenes.
Tomado de Coedupia.com