#PrayForSynod, impulsar la ORACIÓN CONTINUA de jóvenes en todo el mundo.
Se trata de poder vivir una ORACIÓN CONTINUA de jóvenes en todo el mundo, donde los grupos de jóvenes de cualquier institución, en el momento que deseen y puedan, recen por los frutos del próximo Sínodo ‘Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’, tanto en su preparación como en la celebración en octubre de 2018.
Lo que se quiere provocar es que día a día se viva la intercesión y el recuerdo por este acontecimiento de manera muy sencilla a lo largo de toda la Iglesia. En este 2017 que celebramos nuestro Año Jubilar por los 400 años de la Orden fundada por San José de Calasanz y los 250 de su canonización, proponemos una de sus iniciativas más propias, la de hacer rezar de una manera continua a sus alumnos en las escuelas, y la ponemos al servicio de la Iglesia.
Desde la Santa Sede y la Secretaría del Sínodo hemos recibido el apoyo a esta iniciativa que han acogido con entusiasmo y que llevaremos adelante entre todos.
La estructura de esta iniciativa es muy sencilla, pues casi toda la información y relación que mantendremos será por las redes sociales.
Más info > Pray For Synod
Todos sabéis que el Papa Francisco ha convocado un Sínodo sobre la FE, los JÓVENES y el DISCERNIMIENTO VOCACIONAL. Su invitación llega a todos los cristianos, y pienso que también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a todos los jóvenes que buscan honestamente como vivir en plenitud y contribuir a un mundo mejor, más fraterno, más humano. Jesús se dirigió a todos, y a todos concedió la oportunidad de escuchar un mensaje de vida, de libertad, de amor. A todos habló de Dios, de un Padre que sostiene y espera. Y para todos proclamó el Reino, un Reino del que nadie está excluido.
A la escucha de esta llamada de Francisco, invito a todos los que formáis parte del proyecto que las Escuelas Pías de San José de Calasanz estamos intentando impulsar, y de modo especial a los jóvenes de nuestras instituciones, de nuestros procesos, de nuestras Fraternidades, del Movimiento Calasanz, de todas y cada una de las presencias escolapias, a que os vinculéis a esta llamada del Papa participando en el SÍNODO ESCOLAPIO DE LOS JOVENES.
Sí. Os convoco a vivir un proceso sinodal, a hacer un camino de reflexión, escucha, oración, celebración y de toma de decisiones que nos ayuden a dar respuestas más plenas de Evangelio a las preguntas que Dios siembra en nuestro corazón y a las búsquedas que forman parte de nuestro horizonte. Os invito a llevar adelante un “camino sinodal” a lo largo de los próximos años, antes y después de la celebración del Sínodo convocado por el Papa (octubre de 2018) y del documento papal que sea el fruto de dicha asamblea sinodal. Os invito a caminar y a compartir.
Para llevar adelante todo este proceso sinodal, la Congregación General ha constituido una Comisión Coordinadora formada por las siguientes personas: P. Francisco Anaya (Asistente General por América y coordinador del equipo), D. Guillermo Gómez (Provincia Betania, coordinador del Movimiento Calasanz), P. Eloy Fernández (Provincia Emaús) y D. Santiago Gaviria (Provincia Nazaret). Ellos os enviarán dentro de unos días todas las informaciones necesarias para la puesta en marcha de nuestro Sínodo Escolapio. A su próxima carta os remito. En esta que os escribo no busco “dar instrucciones”, sino “convocar a un proceso”.
La Congregación General desea que el Sínodo Escolapio de los Jóvenes se lleve adelante en todas las presencias y en todos los niveles de la Orden. La primera etapa se desarrollará localmente y en cada Demarcación, posteriormente en cada una de las Circunscripciones y finalmente, cuando esté publicada la Exhortación Apostólica post-sinodal del Papa, haremos nuestro trabajo a nivel general. Buscamos que los frutos de este proceso sinodal puedan llegar al 48º Capitulo General de las Escuelas Pías e inspirar nuestras opciones.
Ya desde este primer momento quiero daros las gracias por vuestra acogida de esta propuesta. Oremos para que sea una iniciativa del Espíritu, y para que la vivamos con alegría y espíritu calasancio, buscando dar respuestas de Evangelio a los desafíos que vivimos, como hizo San José de Calasanz. Oremos también para que todos nos sintamos invitados y corresponsables de esta preciosa iniciativa. En este sentido, ya os adelanto el lema del proceso sinodal propuesto por la Comisión, y que ha sido aprobado por la Congregación General: “Contigo +”.
Ya desde ahora nos ponemos en oración, pidiendo al Señor que bendiga este camino sinodal que comenzamos, para que lo vivamos abiertos a las inspiraciones del Espíritu Santo, a ejemplo de María, Reina de las Escuelas Pías, y de Nuestro Santo Padre José de Calasanz.
Recibid todos un abrazo fraterno.
P. Pedro Aguado Sch.P.
Padre General de las Escuelas Pías
Roma, 4 de junio de 2017, Solemnidad de Pentecostés, Año Jubilar Calasancio.
3 Jn 14, 26
CARTA A LOS HERMANOS, SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2017
"El P. Faustino Míguez, escolapio, es el fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora y será canonizado santo el próximo 15 de octubre. Nació el 24 de marzo de 1831 en Xamirás, una aldea de Acebedo del Río, en Orense. Su familia, de origen humilde y dedicada a las labores del campo, fue donde forjó los elementos fundamentales de su personalidad: la fe en Dios, la oración, la devoción a María, la solidaridad con los más necesitados y el trabajo.
Tras realizar los estudios primarios en la escuela de su pueblo, se trasladó al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, en Celanova, para estudiar Humanidades y Latín. Fue allí donde descubrió su vocación: ser sacerdote y educador, al estilo de San José de Calasanz. Decidido a hacer realidad el sueño de Dios para su vida, en diciembre de 1850 ingresó en el Noviciado de las Escuelas Pías de Madrid. Tras tres años de formación inicial, hizo su Profesión de Votos Solemnes como Religioso Escolapio el día 16 de enero de 1853 y el día 8 de marzo de 1856, en la parroquia de San Marcos de Madrid, fue ordenado sacerdote.
En 1857 fue destinado a Guanabacoa (Cuba), donde se manifestaron sus dotes de educador y sus inclinaciones a la botánica y al estudio de las propiedades terapéuticas de las plantas. En 1860 fue trasladado de nuevo a la Península y destinado sucesivamente a San Fernando, Getafe, Celanova y Sanlúcar de Barrameda. En 1873 fue enviado como bibliotecario al Real Monasterio de El Escorial, donde aprovechó para seguir investigando las propiedades curativas de las plantas.Posteriormente, fue enviado a Monforte de Lemos como rector y, en 1879, por segunda vez a Sanlúcar de Barrameda. Y fue en este pueblo gaditano donde el Padre Faustino descubrió la necesidad de escolarizar a las niñas sanluqueñas, como años antes le había ocurrido a Calasanz con los niños de las calles de Roma.Y así, impulsado por el Espíritu, inició una nueva obra, la Congregación de Hijas de la Divina Pastora, dedicada a la educación integral de la infancia y juventud y a la promoción de la mujer. Finalmente, en 1888 fue trasladado a Getafe, donde permaneció hasta su muerte, el 8 de marzo de 1925."
Tomado de: http://scolopi.org/faustino-miguez/
“Ser escolapio es dar la vida para algo más grande que uno mismo”
Pedro Aguado, P. General de los escolapios.
Yo soy escolapio porque desde niño he conocido a los escolapios; estudié en el colegio de los escolapios en Bilbao; experimenté la dedicación formidable que los escolapios de aquel colegio tenían por nosotros, por los alumnos.
Pude soñar mi vida y compartirla con otros jóvenes como yo, que también teníamos y compartíamos los mismos sueños. Pude experimentar lo que es el trabajo por la gente, por los niños, por los pobres, en las actividades que hacíamos… Y, sobre todo, tuve una gran oportunidad, pude vivir mi fe en aquel colegio; pude crecer en esa fe y pude hacerme preguntas; y lo más genial es que pude también compartir las respuestas y las búsquedas con mucha gente, entre otros los escolapios que me ayudaron.
Recuerdo con mucho cariño al padre Pedro Lasheras, que ya murió, que era entonces; el encargado de la pastoral del colegio con el que yo hablaba y fue el que me animó a entrar a la Orden. Recuerdo con mucho cariño al Provincial, con el que hablé antes de ir al Noviciado, el P. Ciaurriz, que aún vive, en Pamplona. Mis primeros formadores: el P. Miguel Ángel Asiain, el P. Antonio Lezaun. Una historia compartida con los escolapios. Yo estoy seguro de que entré escolapio porque Dios me llamó, porque Dios, de alguna manera, sin yo merecerlo, se fijó en mí, y porque mis escolapios, mis hermanos y mis padres escolapios me acompañaron me ayudaron a pensar y me ayudaron a tener, no sé, la capacidad de decir que sí. Yo recuerdo muy bien el esquema mental desde el cual decidí. Yo pensé que si soñando, como yo soñaba, con dar toda mi vida por algo más grande que yo, como significa ser sacerdote escolapio si yo me echaba atrás en ese momento y posponía la decisión, toda mi vida iría posponiendo mis decisiones, y decidí fiarme, fiarme de la llamada, fiarme de mi gente, de mis hermanos y fiarme de Dios; y opté por esta vocación desde la convicción que siempre digo, cuando me la preguntan; que Pablo en sus cartas, refleja muy bien. San Pablo cuando dice yo sé bien en quien he puesto mi confianza. Y sé que tiene poder para llevarme hasta el final el encargo que me da.
Tenía entonces 17 años. Me acerco ahora a 60. Nunca he dudado de esta decisión; y todos los días doy gracias a Dios por haberla vivido así. Y quiero decir por qué, porque me he encontrado en mi vida que lo que Dios promete, es cierto. Que estos años yo he vivido con alegría, con amor, con pasión, con descubrimientos, con entrega, con mucha gente que me ha ayudado mucho y a la que también quizá yo humildemente he podido ayudar.
Por eso creo que vale la pena ser escolapio, porque cuando uno siente ese sueño, siente que puede dar la vida para algo más grande que uno mismo, siente que puede entregar su forma de vida y sus convicciones a los niños y a los jóvenes, cuando uno lo siente, no se puede decir que no porque está Dios ahí, llamando y decir a Dios que no, no tiene mucho sentido.
Por esto soy escolapio y por esto creo que vale la pena serlo.
Gracias y ánimo a todos.