El encuentro inició con una reflexión sobre sostenibilidad integral, con la ponencia a cargo del Padre Provincial, la cual permitió realizar un análisis de la realidad de las obras, generar procesos de proyección y constatar la importancia de nuestros rasgos de la identidad Calasancia. También contó con la presencia de la Hermana Gloria Patricia Corredor, presidenta Nacional de CONACED, quien de manera especial destacó la escucha como una necesidad de la sociedad y el contexto educativo. Además de abordar el tema de la Sinodalidad y el contexto de educación católica en Colombia. Posteriormente, la coordinadora de acompañamiento integral Lina Suárez, desarrolló un taller sobre el acompañamiento escolapio, donde se resaltó la importancia de acompañar y ser acompañados como comunidad calasancia. Más adelante, fue posible evidenciar de manera práctica el aprendizaje basado en proyectos en los diferentes niveles del colegio Calasanz de Medellín, sobresaliendo la participación activa y colaborativa de los estudiantes y sus educadores. Este dinamismo promueve la metodología STEM y la integración de las áreas, además de formar en los estudiantes creatividad, trabajo en equipo, construcción de proyectos, entre otros aspectos. En las dos jornadas, se celebró la Eucaristía y se desarrollaron actividades de comunidad. Además, hubo espacios de conocimiento y compartir como equipo, con un taller liderado por Leonor Zapata y Gladis Cuéllar.
El segundo día, visitamos la Universidad Pontificia Bolivariana, donde pudimos vivir experiencias en el contexto universitario: Programa UPB Academy, formación en IA, neuroeducación, visita a laboratorios e instalaciones. De esta manera, proyectamos consolidar el convenio macro con la Universidad para promover acciones de colaboración para nuestros estudiantes y educadores. Para finalizar el encuentro, nuestra líder de gestión de calidad Sandra Parada realizó un taller sobre el SGI y el liderazgo de los rectores en este proceso.
Este encuentro fue una experiencia de familiaridad, escucha, reflexión, dinamismo, acompañamiento y proposición; que permitió a los rectores y a quienes los acompañamos, contar con un espacio para ellos, pensado en las necesidades de las obras, pero también, para brindar orientaciones, cuidar y potenciar su rol como líderes escolapios que guían nuestra misión educadora.